Muebles de almacenamiento que están desbordados, revoltijos en los cajones, ropa de invierno inaccesible y llena de polvo… Una ropa mal almacenada puede rápidamente hacer que el interior de tu casa se convierta en un infierno. ¿Sueñas con un vestidor bien ordenado? Es factible: un almacenamiento óptimo de ropa, que permite conservar cuidadosamente tus cosas y sobre todo que te permite verlo todo claramente es la combinación de algunos trucos muy sencillos. Ropa, zapatos, colada diaria o para almacenar: ¡aquí tienes nuestras ideas para motivarte!
La ropa anda por todas partes: en las habitaciones de adultos y de niños, en el cuarto de baño, en el salón… Hay ropa que usamos todos los días, ropa que reservamos para usos futuros u ocasionales. Algunas piezas delicadas necesitan ser guardadas cuidadosamente, preferiblemente dentro de una funda de almacenamiento, en el perchero. Y hay además los accesorios, que se pierden fácilmente, los calcetines desparejados, las bufandas que se mezclan con los cinturones…. En definitiva, debido a su número y diversidad, la ropa es a veces muy difícil de mantener ordenada y por ello ordenar el vestidor se convierte rápidamente en un infierno. No te preocupes, hay numerosas soluciones de almacenamiento modular, compatibles con una bonita decoración, adaptadas tanto a los accesorios como a las piezas más voluminosas. Varía las técnicas siguiendo nuestros consejos y el almacenamiento de la ropa se convertirá rápidamente en un juego de niños.
Almacenamiento de ropa: para empezar, tira
Previamente, hay que ordenar el vestidor. No esperes a la próxima gran limpieza de la primavera para verificar que todo el contenido de tus armarios es útil. ¿Acaso no encuentras, relegada al fondo de las estanterías o en viejas bolsas, ropa demasiado pequeña, calcetines desparejados, un chaleco imponible, jerséis agujereados por las polillas, o vestidos pasados de moda? Pon manos a la obra para una gran purga: saca toda la ropa que no te hayas puesto desde hace más de un año. Clasifica tu ropa para poder tirar todo lo que no uses. Y después, ¿por qué no organizar una reventa de tu ropa alrededor de un café o té para intercambiar todo aquello que esté en buen estado pero que no deseas ponerte más? Tus amigos estarán encantados de ampliar sus fondos de armario y lograrás vaciar un poco más tu armario. La ropa que no encuentre comprador será llevada a alguna asociación caritativa. De esta forma unirás lo útil con lo agradable y por fin el almacenamiento serio podrá empezar. Para ello, sigue nuestros diez trucos.
Optimiza el orden en tus cajones
1. Unos tops verticales
En los espacios pequeños, no siempre es posible instalar un vestidor o incluso un armario. Los muebles con cajones son en ese caso una solución interesante para guardar tu ropa, sobre todo si utilizamos el sistema de almacenamiento y de doblado vertical propuesto en el método Konmari desarrollado por Marie Kondo. Doblando cuidadosamente tus tops verticalmente y clasificándolos por color, optimizarás el espacio a la vez que te beneficias de un vistazo rápido de todas tus cosas. Además, este doblado vertical evita dañar los altos que están relegados en la parte de debajo de la pila.
2. Unos separadores de cajones para la ropa interior y los accesorios
Los separadores y organizadores de cajones son unos sistemas de almacenamiento muy prácticos para compartimentar cosas como la ropa interior, los accesorios, etc. Podrás además disponer de aquello que es de tamaño pequeño en bonitas pequeñas cajas o en pequeños botes: de esta forma habrás acabado con ese cajón dónde todo se amontona que siempre hay que vaciar completamente para encontrar un calcetín perdido o una braga a juego con tu sujetador.
Organiza tus roperos con sistemas de almacenamiento adaptados
3. Unas perchas para almacenar bien los vestidos y las camisas
En los roperos, una clasificación de la ropa por tipo y por talla ayuda a encontrarlo todo mucho más fácilmente. ¡Este es otro consejo tomado prestado del método Konmari!
Para ello, utiliza distintos tipos de perchas disponibles en el mercado. Están adaptadas a unos usos específicos: vestidos delicados, camisas y blusas, corbatas, cinturones, bufandas, con ganchos o antideslizantes, etc. En todo caso, es indispensable disponer de un amplio stock ya que las perchas evitan doblar ciertas piezas y hacen ganar espacio y visibilidad en tu fondo de armario.
4. Unas estanterías que colgar en tu vestidor
Las estanterías flexibles y estrechas se adaptan a cualquier tipo de roperos y vestidores. Son indispensables cuando nos falta espacio de almacenamiento. Con ellas, ¡cualquier cosa encuentra su sitio! Son una buena solución para mantener al alcance de la mano los utensilios que acompañan varios tipos distintos de ropa: cinturones, capuchas extraíbles, guantes y gorros, hombreras, etc.
Guarda tu ropa siempre al alcance de la mano
5. Cuelga tus cosas: ganchos, colgadores, paneles
Lo peor, cuando ordenas tu ropa, no es el almacenamiento sino esa ropa que ya te has puesto, que ya no puedes volver a poner en la pila de ropa limpia, pero que todavía puedes volver a ponerte antes de ponerla en la cesta de la ropa sucia. El vaquero que volverás a ponerte en dos días, el jersey de lana que te pones cada noche, el pijama, la ropa para la jardinería… Tienes que prever por lo tanto unos lugares adecuados para esta ropa que no está ni limpia ni sucia. Instala por ejemplo unos almacenamientos murales en tu dormitorio, tu cuarto de baño, tu entrada, tu garaje: paneles, ganchos, colgadores, barras de almacenamiento… Los colgadores de puertas también pueden colocarse detrás de la puerta del armario, para organizar tu ropa incluso en el interior de tus muebles de almacenamiento.
6. Guardar la ropa cuando no está en el armario: percheros, cestas, cajas de almacenamiento
Móviles, discretos, de bambú o de acero, los percheros también son perfectos para guardar tus cosas para el día siguiente. En el cuarto de baño, la instalación de una barra permite colgar batas, albornoces y pijamas fácilmente sin saturar el toallero. En cuanto a las cestas de almacenamiento, permiten guardar cerca del perchero las bufandas, guantes, gorros, etc. Optamos por cestas de mimbre, que, además de suponer un almacenamiento ingenioso, están de moda.
Las cajas de almacenamiento pueden también desviarse de su uso inicial y colocarse en el armario de la entrada para guardar zapatos o sombreros.
Por último, podemos también utilizar las bolsas de almacenamiento al vacío para guardar por ejemplo los abrigos u otras piezas voluminosas en los cajones de almacenamiento con ruedas que se deslizan debajo de las camas de los dormitorios.
Guarda el textil de la casa o la ropa fuera de temporada
7. Una funda de almacenamiento al vacío
Almacena los textiles del hogar que no usas con regularidad en unos objetos de almacenamiento al vacío. En función de las cosas que tienes que guardar y del lugar dónde las vas a almacenar, opta por unas fundas de almacenamiento o por unas bolsas de almacenamiento al vacío (también denominado bolsa de compresión). Las fundas al vacío tienen la ventaja de apilarse fácilmente, en unos baúles o arriba de tus armarios. Las bolsas son generalmente más pequeñas, más maleables y caben perfectamente en tus maletas. Estos almacenamientos al vacío te permitirán ganar espacio a la vez que proteges tu ropa de cama y tus toallas de la humedad, el polvo o de las polillas. Te evitarán también que satures tus armarios con cosas de verano, o de invierno, según la temporada que sea. Por último los almacenamientos al vacío son perfectos para guardar la ropa de bebé o la ropa de los niños que se ha quedado demasiado pequeña, cuando deseamos conservarlas, prestarlas a alguien cercano o revenderlas.
8. Unos roperos ligeros adicionales
Puedes también disponer de un ropero adicional ligero, que puede instalarse en el desván o en el sótano para las cosas de otras temporadas. También podrás guardar fácilmente ahí tu ropa de invierno o tus vestidos de verano. De tela, baratos y modulables, estos roperos de tela complementarán perfectamente tu arsenal de fundas y bolsas al vacío. No olvides colgar en él un antipolillas. Un pequeño recordatorio al respecto: el cedro es el repulsivo contra las polillas más natural.
Guarda tus zapatos en función de su uso
9. Clasifica tus pares de zapatos según su categoría
¡El zapatero suele ser muchas veces uno de los primeros muebles en desbordarse! Para el almacenamiento de zapatos, también en este caso, todo comienza por una selección. Clasifica por pares, por tipos y después guárdalos en función de la frecuencia de su uso. Los zapatos más usados quedarán dispuestos en las estanterías o en un zapatero al alcance de la mano, en el dormitorio o en la entrada. Los zapatos de niños o los menos usados, se colocarán en el estante de abajo; los pares que se usan en el día a día, a la altura de la mano.
10. Unas cajas para los zapatos que menos usas
Tras ello, deberás guardar cuidadosamente los otros zapatos según su tipo. Una opción eficaz para no perderte es colocarlos en distintos lugares en función de su nivel de standing, de tal forma que no se sature tu dormitorio. Los zapatos para la calle ocupan por supuesto su sitio en tu ropero, en un guardarropa flexible o en unas cajas de cartón. Las zapatillas de deporte, para el agua o para la jardinería se guardarán en el garaje, el cuarto de la lavadora, en unas cajas de plástico transparente apilables con una solapa vertical.
En definitiva, para poder optimizar al máximo el almacenamiento de tu ropa, piensa en:
- empezar por clasificar tus cosas
- invertir en unos cuantos sistemas de almacenamiento sencillos para compartimentar tus cajones, tus armarios y optimizar el sitio en tus estanterías
- guardar las piezas más voluminosas y menos usadas como los abrigos de invierno o la ropa de esquí, gracias a unos almacenamientos y bolsas al vacío que podrás guardar por ejemplo debajo de las camas, debajo de la escalera, en el desván…
- guardar unas cajas de cartón, frascos, reutilizar cajas de plástico o cajas de zapatillas para crear pequeños espacios de almacenamiento perfectos para tus accesorios en el interior incluso de tus armarios
Con todos estos trucos, organizar y guardar tu ropa se vuelve más fácil e incluso puede que sea más divertido. No dudes en renovar con regularidad la clasificación de tu ropa para mantener tus armarios y tu vestidor ordenados y funcionales. Ya lo verás: un guardarropa bien ordenado te hará ganar mucha serenidad.