Desde hace diez años, el diseño de estilo escandinavo reina en el mundo de la decoración. Está claro que esto no es un descubrimiento, y la tendencia está tan banalizada y puesta en todos los sitios que ya no sabemos ni en qué consiste realmente. Entonces, ¿cómo adoptar solo lo mejor del estilo escandinavo para una decoración que sigue la tendencia y evita los clichés? Para averiguarlo, sigue nuestros consejos e inspírate.
1. Elige una base de colores neutros

En los interiores escandinavos, el blanco predomina casi en todos lados, ya sea en el suelo o en las paredes. Es un hecho: el blanco aporta luz y juega el papel de lámina. Observa tu hogar en diferentes momentos del día para que puedas elegir el blanco que mejor se adecue a las paredes. Si la iluminación natural no es muy buena, elige por ejemplo un blanco ligeramente cálido. ¡Algunos apartamentos escandinavos tienen blanco hasta el suelo! Si te apetece, olvídate de los azulejos blancos, que son fríos y desordenados, y opta por un suelo de parquet blanco, que es mucho más bonito, aunque un poco desordenado también… Y si a ti es el color el que te hace vibrar, utiliza el blanco (un jarrón, una manta, algún cojín…) como un soplo o punto de luz en la decoración.
2. Opta por los materiales naturales

A la derecha: © Alvhem – alvhem.com – @alvhem
Recupera un sillón de piel antiguo, incorpora una mesa de madera, cojines y una manta de lana, añade una bonita cesta de mimbre… Hay mil formas de jugar con los materiales naturales, teniendo en cuenta la importancia de las texturas: mezclando lisos, brillos y satinados le das carácter a tu decoración.
3. Utiliza alguna pieza de diseño

A la derecha: © Historiska Hem – historiskahem.se – @historiskahem
A lo largo de las décadas, los grandes diseñadores escandinavos han sabido crear muebles cómodos y objetos especialmente estéticos que combinan la sencillez de las líneas y los materiales nobles. Sin gastarte una fortuna, puedes comprarte una hermosa lámpara, mezclar diferentes sillas alrededor de la mesa, incluidas una o dos de diseño, o incluso autorregalarte un jarrón bonito y elegante. Pero si todavía te parece demasiado caro, simplemente juega con los contrastes: lo antiguo y lo contemporáneo, lo caro y lo barato… Tu decoración ganará en personalidad y se volverá realmente interesante.
4. Apuesta por lo vintage

El estilo escandinavo se decanta por lo antiguo y el reciclaje. Así que recorre los mercados de liquidación, las ventas de garaje y los mercadillos de segunda mano online para encontrar maravillas. No solo darás una segunda vida a muebles y objetos que ya tienen historia, sino que al mismo tiempo harás que el interior de tu hogar sea único: mesas, sillones, sillas, cerámica están triunfando últimamente, ¡es hora de invertir!
5. Cuida la iluminación

A la derecha: © Historiska Hem – historiskahem.se – @historiskahem
Como en su país el cielo no siempre es azul y los días son muy cortos en invierno, los escandinavos le dan mucha importancia a la iluminación. En lugar de una sola fuente de luz por habitación, elige lámparas pequeñas y repártelas por toda la casa. Usa bombillas cálidas para evitar el efecto neón. Añade también velas, que dan un toque mágico a la casa.
6. Vigila el almacenamiento

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Para ser bonita, una casa debe mostrar lo mejor de sí misma. Partiendo de que todo lo visible debe ser estético, los escandinavos son maestros en el arte de almacenar y camuflar lo que abarrota el lugar y no merece estar expuesto. Así que multiplica las cajas, los cestos y las cestas. Utiliza el almacenamiento de pared para organizar el desorden y aprovechar cualquier espacio disponible: con estanterías, por ejemplo.
7. Trae el arte a la casa

En el centro: © Alvhem – alvhem.com – @alvhem
Sin mencionar los cuadros míticos de los más grandes, podemos divertirnos mucho con algunas reproducciones de las obras que amamos. También puedes optar por pinturas encontradas en mercadillos o con fotos bonitas y bien enmarcadas. O exhibe tus colecciones y recuerdos de viaje, cuidando su disposición y combinaciones de colores para que combinen con la decoración de la casa. Las paredes, al igual que los estantes y las librerías, son espacios en blanco libres de expresión, ¡así que aprovéchalos para que tus gustos y tu imaginación hablen por sí solos!
8. ¡No te olvides de las flores y las plantas verdes!

A la derecha: © Historiska Hem – historiskahem.se – @historiskahem
La naturaleza está omnipresente en los interiores escandinavos, lo que los hace maravillosamente vivos. Disfrute de unas hermosas plantas verdes tomando buenos propósitos para cuidarlas y mantenerlas durante mucho tiempo. Si no se te da demasiado bien cuidar de las plantas, existen aplicaciones que dan consejos diarios para cada tipo de planta de interior. Y luego déjate mimar comprando un ramo de flores frescas de vez en cuando: ¡es la mejor manera de poner tu casa en sintonía con las estaciones!
Hasta aquí los principios básicos, pero cuidado, al contrario de lo que oímos a menudo, los interiores nórdicos no son todos iguales. Para los escandinavos, la decoración de la casa ofrece a todos la oportunidad de expresar su sensibilidad, su imaginación y su creatividad para crear un universo único y muy personal.
Ten en cuenta también que mucho más allá de la decoración, el estilo escandinavo es un verdadero arte de vivir donde protagonizan la comodidad, la luz y cierta sencillez.
