El cambio de armario no se trata solo de guardar algunas prendas y sacar otras. Es un proceso que va más allá de la simple organización. Es un acto de autodescubrimiento, de dejar atrás lo que ya no nos representa y abrazar lo que queremos ser. En este artículo, te guiamos a través de los pasos esenciales para hacer un cambio de armario sostenible, efectivo y, sobre todo, divertido.
Para empezar, debes saber que todo cambio de armario debe dividirse en dos partes. En primer lugar, debes sacar la ropa de verano y saber qué hacer con ella, siempre de manera sostenible. ¡No la tires! La ropa desechada generalmente termina en vertederos, lo que contribuye a la acumulación de residuos y la contaminación del suelo. Sin embargo, al aprovecharla, reducimos la cantidad de desechos textiles y contribuimos a la reducción de residuos.

PARTE 1. Divide la ropa de verano en 6 categorías sostenibles
Empieza por vaciar tu armario y limpiar el polvo. Luego, pregúntate para qué necesitas cada pieza de ropa y crea 7 montones diferentes según su finalidad:
- Para vender: Esta puede ser una buena fuente de ingresos adicionales. Además, estás permitiendo que otras personas adquieran y sigan utilizando la ropa. Esto extiende la vida útil de las prendas y reduce la demanda de recursos para la producción de ropa nueva.
- Para regalar a familiares y amigos: Un gesto amable que ayuda a ahorrar dinero y permite que quienes reciban la ropa exploren nuevos estilos. Además, llevar algo de una persona que quieres siempre hace ilusión.
- Para donar: Hacer una donación a organizaciones benéficas, refugios y personas necesitadas mejora la calidad de vida de quienes carecen de ropa adecuada. También puede generar fondos o apoyo directo para programas y servicios caritativos.
- Para darle una segunda vida: Explota tu creatividad al personalizar o transformar tu ropa para obtener prendas únicas. De esta manera, también contribuyes a reducir el impacto ambiental de la industria de la moda y a tener un armario sostenible.
- Para guardar hasta el año siguiente: Almacena en perfecto estado la ropa de la que no quieres desprenderte. Usa cajas de cartón con estampados bonitos para que estén a la vista o cajas de almacenaje con bolsa al vacío integrada. Este sistema te permitirá aprovechar un 75% más de espacio en tu armario y protegerá tu ropa del polvo, los ácaros y la humedad.
- Para usar como «básicos» durante todo el año: Estas prendas son atemporales y versátiles, así que déjalas en el armario. Una camiseta blanca, zapatos cómodos, una chaqueta ligera, jeans… Son opciones cómodas para el día a día e ideales para combinar con tus prendas más llamativas.

PARTE 2. Pon la ropa de invierno de manera estética, óptima y organizada en el armario
Tu objetivo debe ser maximizar el espacio y facilitar la búsqueda de prendas cuando las necesites. Pero antes de organizar, debes revisar cada prenda y decidir si la quieres o no. Es casi el mismo proceso que con la ropa de verano. ¡Sorprende lo mucho que pueden cambiar tu estilo y necesidades en un año!
- Categoriza la ropa y organízala por frecuencia de uso o color.
- Mantén los complementos del día a día en cestas naturales bonitas.
- Protege tus prendas más especiales con fundas antipolvo colgantes.
- Optimiza el espacio en los cajones con organizadores para ropa interior.
- Utiliza organizadores de ropa colgantes para aprovechar el espacio vertical.
- Usa organizadores de zapatos: para los zapatos del día a día, utiliza un organizador rígido y bonito que pueda estar a la vista. Para los zapatos de verano, utiliza uno cerrado y más plano que puedas guardar debajo de la cama.

Si tu armario es demasiado pequeño y no sabes por dónde empezar, tenemos la solución: kits de ampliación de armarios. Ganchos que ahorran espacio, separadores de estantes, estantes adicionales extensibles o apilables… Estos complementos te harán dar cuenta de la cantidad de ropa real que cabe en tu armario.

Para terminar con el cambio de armario sostenible, pon tu playlist favorita para hacerlo más rápido y divertido. ¡Invita a alguien que te ayude a cambio de un té calentito!