A medida que las temperaturas siguen bajando, el deseo de pasar más tiempo en el interior aumenta inevitablemente. Preparar tu casa para que sea un hogar confortable a cualquier hora del día es, sin duda, un buen punto de partida para pasar un nuevo invierno plácidamente.
¿Qué hay mejor que un buen baño caliente después de un largo día o de toda una semana de trabajo? Mimarse con sales aromáticas, toallas suaves… Muchas personas consideran que su cuarto de baño es una habitación especialmente agradable para escapar del ajetreo diario y dedicar tiempo al cuidado personal, como si fuera un spa privado.
Sea cual sea el tamaño y el espacio del que dispongas, puedes convertirlo en un oasis de relajación en unos sencillos pasos.
La elección correcta de luz y colores

A la derecha: © Alvhem – alvhem.com – @alvhem
Recuerda que el ojo siempre requiere su parte correspondiente para disfrutar y relajarse.
En primer lugar, el orden y la elección de los colores de la decoración, las superficies y el mobiliario son importantes para conseguir un ambiente acogedor y de buen gusto.
Los tonos cálidos y apagados ayudan a la mente a divagar, relajando la vista. Más aún si son colores que recuerdan a lugares tropicales o de vacaciones para desconectar de la vida cotidiana. En otras palabras, una verdadera terapia de color a tu disposición siempre que busques un poco de relajación. No está mal, ¿verdad?
En definitiva, intenta evitar colores como el blanco, el gris o el beige para las paredes y los muebles, porque dan un aire más frío y distante a la habitación. En su lugar, opta por tonos azules, naranjas o verdes, pero nunca demasiado brillantes, preferiblemente tonos pastel.
Por si fuera poco, necesitas una iluminación adecuada.
¿Te has dado cuenta de que en los lugares donde reina la relajación, como los balnearios (a menos que sean exteriores), la luz nunca es demasiado directa ni demasiado fuerte? Esto se debe a que de esta forma se corre el riesgo de mantenerte demasiado alerta, cuando en realidad necesitamos conseguir el efecto contrario; la mejor solución es, por tanto, utilizar una iluminación suave mediante el uso de velas o farolillos.
Una cuestión de materiales

No te olvides de la selección de materiales, teniendo en cuenta tanto el mobiliario como los textiles.
Mima tu cuarto de baño dando cabida a materiales naturales: madera, piedra, terracota o cerámica, sin olvidar la fibra de bambú. Te permitirán dar un toque de elegante profesionalidad a tu decoración, sin dejar de ser fiel a tus gustos personales.
Del mismo modo, evita los tejidos de mala calidad y, en su lugar, mímate con albornoces, zapatillas, toallas y alfombras cálidos y suaves. ¡El efecto spa durante tus rituales de belleza estará asegurado!
Atención adecuada a los detalles

¿Qué sería de un spa si no prestamos atención a los detalles? Sobre todo si el spa en cuestión es el cuarto de baño de tu casa: la falta de cuidado del sentido estético lo convertiría en algo anónimo, cuando nuestra intención es convertirlo en un refugio personal de bienestar. Esta es la parte en la que puedes dar rienda suelta a tu imaginación y personalidad, así que no te contengas.
Elige fragancias que te den la sensación de estar en un lugar alejado de la vida cotidiana, o que te recuerden a las plantas cuando florecen… cualquier aroma servirá para embriagarte en este oasis de paz hogareño. Y por qué no añadir algunas velas, sales aromáticas o aceites, que se unirán a la luz suave, libros para hojear durante los baños largos, rincones para sentarse o incluso algunos cuadros de colores pastel.
En contacto con la naturaleza, el cerebro humano es capaz de alejarse de la vida cotidiana y relajarse, pero al mismo tiempo también puede trabajar mejor la imaginación. Rodearte de plantas en tu casa, en este caso en tu baño, te ayudará sin duda a crear un lugar de desconexión. Preferiblemente las plantas preparadas para vivir en zonas más húmedas, ya que crecen bien y además te proporcionan una buena dosis de oxígeno.
Al igual que el ojo y el olfato, los oídos quieren estar satisfechos. ¡No te olvides de poner la música que más te gusta de fondo!
Orden y funcionalidad

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Por último, pero no por ello menos importante, un elemento imprescindible para una habitación confortable es la organización. ¿Y si, después de crear el ambiente adecuado y sumergirnos en este oasis de paz, no encontramos el gel de ducha? ¿O el secador de pelo por el caos generado en el interior de los cajones? El estrés no debe cruzar este umbral, así que tampoco dejes que entre el desorden en tu oasis.
Sea cual sea el tamaño de tu cuarto de baño, el mobiliario adecuado es esencial para aprovechar al máximo cada rincón y ahorrar tiempo. Elige muebles y accesorios que se adapten a tu personalidad, al espacio del que dispones y, sobre todo, que sean prácticos.
Además, los artículos de almacenamiento para el baño son muy asequibles y encajan perfectamente en el concepto de una habitación funcional, pero bien amueblada, especialmente si el espacio es escaso. Por supuesto, la organización no solo consiste en simplificar los momentos de spa en casa, sino también en el día a día: el cuarto de baño no debe convertirse nunca en una fuente de preocupaciones, así que procure mantenerlo ordenado y limpio.
Para tener todo lo que necesitas al alcance de la mano y ordenado, puedes utilizar cestas, preferiblemente naturales o de tela, organizadores de cajones, cestos para ropa sucia e incluso soportes de pared, ya sean de ventosa, autoadhesivos o perforados… ¡Tendrás mucho donde elegir!
Después de seguir estos sencillos consejos, este invierno no podrás prescindir de mimarte en tu baño, que se ha convertido en una atmósfera de puro bienestar.