Septiembre no solo es sinónimo de inicio de curso, sino que también es el mes de la vendimia. ¿Y si aprovechas los diversos eventos organizados en honor del vino para encontrar algunas buenas botellas? Si no sabes cómo guardarlos, te damos algunos consejos para realzar el sabor de tus hallazgos y lucirlos en casa, sea cual sea el espacio del que dispongas.
Condiciones de conservación óptima

Cuando se compran botellas, lo primero que se tiene que hacer es conservarlas lo mejor posible para que el vino mejore y no pierda propiedades. Para ello, deben respetarse varias condiciones. En primer lugar, es esencial que la temperatura del lugar donde se almacenen los vinos esté entre 10 °C y 14 °C. En efecto, se ha demostrado que una temperatura demasiado baja impide el envejecimiento del vino y, por tanto, el desarrollo de sus aromas, mientras que una temperatura demasiado alta tiende a provocar exactamente lo contrario. En otras palabras, ¡dos opciones que están lejos de ser óptimas! Por eso, lo ideal es elegir un espacio con una temperatura constante, que no se vea influenciada por las variaciones del clima exterior. Otro factor que entra en juego es un nivel de humedad entre el 55% y el 77%. De este modo, para que su conservación esté garantizada, el vino debe almacenarse en un entorno que no sea ni demasiado seco ni demasiado húmedo. También hay que tener en cuenta el nivel de luz. Como los rayos UV tienen un impacto significativo en la degradación del sabor, es importante almacenar las botellas en un cuarto oscuro. En cuanto a la inclinación, las botellas deben guardarse absolutamente tumbadas para favorecer el contacto entre el vino y el corcho, combatiendo así la oxidación. ¿Otros enemigos del buen almacenamiento del vino? Lugares con un olor fuerte o sensibles a las vibraciones.
Diferentes opciones de almacenamiento

Para ayudarte a guardar tus vinos en las mejores condiciones posibles, existen varias soluciones de almacenamiento en función del número de botellas o del espacio del que dispongas. Entre los más comunes están las cajas que pueden apilarse en estanterías. Son muy prácticas para almacenar el mayor número de botellas posible, pero el único inconveniente es que no las hacen visibles. Si quieres exponer tus botellas con orgullo, opta por los estantes. Hay una gran variedad de estilos que se adaptan a todos los gustos y necesidades. Prácticos y funcionales, los cubos son perfectos para guardar una docena de botellas en horizontal con estilo. Generalmente apilables, permiten construir una bodega inteligente que se adapte a cualquier superficie. Si tienes poco espacio o botellas, puedes utilizar pequeños porta botellas que te ayuden a guardarlas en horizontal sin ocupar espacio. Aquellos cuya colección crece constantemente preferirán comprar una estantería para guardar todos sus hallazgos. La ventaja de todas estas soluciones de almacenamiento es que pueden instalarse en diferentes zonas de la casa, como la bodega, el comedor, el sótano y el fregadero, estancias en las que es más probable que se den las condiciones de almacenamiento mencionadas. Tanto si tiene espacio suficiente para construir una gran bodega como si no, una gran colección de botellas o sólo unas pocas, ahora tienes todo lo que necesitas para conservarlas y almacenarlas en las mejores condiciones posibles.